Reflexión ontológica sobre la obra:
Un instante basta para toda una vida. Cuando me pierdo, me salvo. Catarsis! …desesperación en medio de la nada, pero de la probabilidad pura. Ese fluido rojo que tiñe toda mi existencia es promesa absoluta!
Solamente entonces, en ese grito voraz acecho al intento; atrapo la sangre en mis manos… mi corazón late!
La mirada del artista:
Me fundo en mi propio espacio. Envuelta en el silencio, sostenida apenas de la nada.
Como renacer sin morir un poco?
Muerte gris, una y otra vez y entre trazos y pinceladas la vida vuelve roja, encendida.
Vuelvo a ese espacio donde me reinvento, ese que era el mismo que me habitaba antes: siempre.
Ese espacio que me permite ver que estaba sostenida de mí misma, de tí, de todos. Y ahí, donde se vive y se muere, abrazo mis pensamientos y los tuyos porque son todos parte de este lienzo que en medio de este orden desordenado, tomó color gracias al caos en el que me rompo y me reinvento una y otra vez, para sentirme viva.
Denise Redón.
Nacida en México, ingresó al Conservatorio Nacional de Música donde estudio piano y posteriormente, danza y canto.
Se invirtió desde muy joven en las artes, haciendo televisión, teatro y música.
Se inició en la pintura en el 2003, teniendo a la fecha, exposiciones individuales y colectivas en México y con obra expuesta en Suiza.
“El arte ha sido y seguirá siendo mi forma de vida y sobre todo, la manera en la que yo comprendo el significado de sentirse viva”.